viernes, 3 de febrero de 2012

Aplaudiendo el triunfo de la miseria... ¿nos volvimos locos a qué? - o para que sirve haber estudiado economía...

Aplaudiendo el triunfo de la miseria... ¿nos volvimos locos a qué? - o para que sirve haber estudiado economía...

He de reconocer que quedé bastante alucinado cuando se le consagró casi la mitad de los telediarios en las cadenas generalistas - que aunque se suponga que su casi recién estrenada multiplicidad gracias a la oferta fundamentada en la TDT, la misma iba a contribuir a la diferenciación y amplitud de la oferta informativa, en realidad repiten casi idénticos bloques informativos, aunque este sea aparentemente un resultado contra-intuitivo - a la celebración de la apertura de un polígono industrial a las afueras de Madrid, que pasaré a denominar “chinópolis” al estar dedicado exclusivamente a mayoristas del gigante asiático en su proceso de inundar los bazares de sus compatriotas residentes en nuestro país, y que al parecer cuenta incluso con la presencia de un hotel y de un banco, muy útil para no tener que ir muy lejos para supervisar la apertura de cartas de crédito, herramienta indisociable del comercio internacional y/o llevar las cajas diarias, ya que los chinos tienen fama de moverse en una economía de “contado”, vacunándose de este modo contra el riesgo de sufrir de butrones.

¿Porqué me aterra que se aplauda el éxito comercial chino en nuestro país, y la proliferación casi viral de sus bazares? Por que he llegado a la conclusión de que los “productos de los chinos” son un bien Giffen.

Un bien Giffen, es un bien extraño, cuya elasticidad de demanda al precio es inversa a la de un bien normal, es decir, que aumenta su consumo en caso de subidas de precio – y sí, aunque los productos de los chinos subiesen de precio un 20 o un 30%, me temo que seguiríamos consumiéndolos, en vez de volver a otras fórmulas de comercio tradicional, debido en parte a que su elasticidad renta también es negativa, es decir, no aumentaría el consumo de dichos bienes en el caso de aumentar el nivel de renta, y la evidencia empírica sugiere que la correlación inversa es rigurosamente cierta : es al amparo del desplome del nivel de renta y del consumo en nuestro país que ha surgido la proliferación de comercios chinos, en sus variantes tanto minoristas como mayoristas.

Ahora bien, por si los conceptos de elasticidad renta, o elasticidad precio suenan extraños a oídos no educados en las sutilezas de la micro-economía, resulta que uno de los ejemplos clásicos de bien Giffen son las gachas... (Ref. Hal Varian, manual de micro-economía intermedia) ¿Alguien las recuerda? Un bien que todo el mundo preferiría no consumir, pero se ve condenado a ello por el empobrecimiento hasta el punto que tiene que seguir consumiéndolo aunque suba su nivel de precios a falta de sustitutivos en un nivel de precios igual de asequible. En fin, lo mismo se podría decir de las patatas en el S. XIX y cuya crisis produjo una hambruna que extinguió a millones de Irlandeses.

Por lo demás yo sigo sin entender como un telediario celebra el éxito de dicha “chinópolis” sin alcanzar a entender que su existencia misma es el más claro síntoma del hundimiento de nuestra economía, y que equivaldría en términos alimentarios a renunciar a la ingesta de proteína cárnica en favor de una dieta de patatas, por motivos de “necesidad”, véase, empobrecimiento o carencia de renta suficiente, que no por veganismo, vegetarianismo, o alguna de esas moderneces o excentricidades ideológicas que parecen extenderse como la pólvora complicando aún más la vida de los técnicos de marketing al multiplicar hasta casi el infinito la cantidad de nichos de mercado que puedan haber para dar satisfacción a los binomios producto / mercado asociados a tan inusuales que no poco extendidas pautas de consumo.

A título personal, yo preferiría poder volver a comerme un chuletón, un buen codillo, o un osobuco, que verme condenado a una dieta de patatas por motivos de : “alimentate solo de aquello que te puedas permitir” a la que a pesar de ser un economista cualificado me condena esta mal llamada crisis... Y no tener que comprar en los bazares de los chinos, porque hacerlo en el comercio tradicional se ha convertido en un casi lujo, por mor del desplome de mi renta personal, y aparentemente de la nacional también.

Neil Young, Keep on Rockin' in the Free World ; 
http://www.youtube.com/watch?v=PTTsyk-pyd8

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